Dice Leopoldo López que a su domicilio acudieron generales a expresarle alguna suerte de solidaridad. Debe ser cierto.
Por lo pronto, Manuel Ricardo Cristopher Figuera, el ex jefe del SEBIN (Servicio Bolivariano de Inteligencia), está escondido. López huyó de su casa, donde cumplía arresto domiciliario, gracias a la complicidad de algunos miembros del SEBIN.
Es muy difícil ser leal a Nicolás Maduro. No es un tipo serio. Lo que mejor hace es bailar salsa con su esposa, Cilia Flores. Todo el mundo sabe que Maduro habla con “los pajaritos”, y padece de la dislexia que lo lleva a confundirse y dirigirse a las “miembras” de su partido.