Todo es un espejismo, todo es pura pantalla para vendernos una lucha que no existe. Lo siento querido hermano estadista, siento ser yo quien tenga que darte la mala noticia. Era un secreto a voces pero esta vez, con evidencia lo confirmo.
No tienen vergüenza, ni fuerza moral para hacerse cargo de la lucha por la igualdad. Es hora de mover el asunto del estatus nosotros mismos porque estos malandrines solo viven para robar fondos federales, jugar golf con los congresistas, arrodillarse ante sus pies, hacerles fund raisers, darles exenciones contributivas y tratos preferenciales, repartirse el bizcocho y lucrarse de nuestra desdicha. Esa es la verdad.
¡Ya les llegó su momento y tiene nombre de PUEBLO!