El homicidio (uno más de tantos) que podría cambiarlo todo en Argentina
En Argentina uno no es el muerto del día por mera estadística. A alguien le toca. Pero como somos muchos, lo más probable es que la tragedia golpeé la puerta de otro. Pero es eso nomás, estadística. Alguien se muere, a alguien dejan sin madre, padre o hijo. Todos los días. Sin embargo, el asesinato de un kiosquero en Ramos Mejía este fin de semana, parece que tocó una fibra delicada. La de una sociedad harta que, como nunca, asoció a la tragedia con el populismo kirchnerista, que genera el caldo de cultivo ideal para que estas cosas se multipliquen.
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