No podemos conocer a un Dios externo si no conocemos al Dios todo poderoso que llevamos dentro de nosotros mismos. Es por eso que usted ve a personas promulgando la fe de un Dios que habita fuera de ellos con el interior podrido de odio, envidias, rencores, agresividad, mentiras, deshonestidad, infidelidad, delirios de grandeza, complejos, etc. Se pasan la vida criticando a los demás. Metiendo miedos a diestra y siniestra. ¿Es eso conocer a Dios?