Cuando oramos estamos, sin darnos cuenta, memorizando información en nuestra MEMORIA. Además de los mensajes o pedidos que hacemos cuando oramos, nuestra MEMORIA está archivando toda esa información porque sucede lo mismo que cuando intentamos memorizar algo. Es un asunto de repetición y nuestra MEMORIA graba de la repetición. Y luego utiliza esa información memorizada para controlar las cosas que hacemos en nuestro diario vivir.

Por lo tanto es muy importante analizar con sumo cuidado de qué se tratan nuestras oraciones porque si éstas no son cónsonas con la realidad que vivimos, en esa medida estamos condicionando nuestra vida con algo que pudiera traernos problemas.

No estoy diciendo que rezar sea malo. Lo que digo es que muchas veces hacemos ruegos y le pedimos a DIOS cosas que fuera de la espiritualidad pudieran modificar nuestra MEMORIA. Son más bien rezos espirituales, que sí, estoy de acuerdo, son saludables para tener paz espiritual pero no son saludables para la RIQUEZA MENTAL. Por ejemplo: rezar para que DIOS nos ayude a conseguir un trabajo. Esto, repetido en muchas ocasiones, podría convertirte en una persona sin iniciativa y sin motivación para salir a buscar un trabajo a la calle. Porque le estás encargando esa tarea a DIOS por lo que tu MEMORIA pudiera bloquear cualquier esfuerzo tuyo por hacer esa gestión por tu cuenta.

Rezos positivos que pueden ayudarte tanto a conseguir RIQUEZA ESPIRITUAL como RIQUEZA MENTAL son aquellos como por ejemplo: pedirle a DIOS que te ayude a ser una persona tolerante con los demás, a no criticar al prójimo, a aprender a querer y a respetar a tus seres queridos y a tu entorno familiar, a respetar a tu pareja, etc. Es obvio que todas estas oraciones te ayudarán a conseguir paz espiritual además de fomentar tu RIQUEZA MENTAL para que te ayuden a ver la vida de manera más satisfactoria para ti y tu entorno.